
El gobierno del presidente Gustavo Petro ha iniciado una ofensiva directa contra uno de los sectores más estratégicos del país: el minero-energético.
Lejos de avanzar hacia una transición energética ordenada y realista, las decisiones políticas actuales apuntan a debilitar una industria clave para la estabilidad económica, fiscal y social de Colombia.
¿Por qué es tan importante el sector minero energético?
Porque es transversal a los dos grandes problemas del país: <b>la pobreza y el desempleo</b>. No se trata solo de recursos, sino de oportunidades para millones de colombianos.
- Representa el 15% de los ingresos del Gobierno central.
- Aporta el 55% de las exportaciones totales.
- Contribuye con el 7,4% del PIB.
- Genera más de 500 mil empleos formales.
- Ha entregado +42 billones en regalías a los departamentos en la última década.
- Atrajo el 26% de la Inversión Extranjera en 2022 (4.400 millones USD).
¿Qué representa Colombia en la producción mundial de recursos fósiles?
Colombia no es un contaminante relevante a nivel mundial, pero sí depende críticamente del sector:
- Gas natural: 0,3% de la producción y consumo global.
- Petróleo: 0,8% de la producción y 0,4% del consumo.
- Carbón: 1% de la producción y 0,1% del consumo.
¿Qué está haciendo el Gobierno de Petro?
Mientras otros países gestionan la transición energética con planes realistas, Colombia pareciera estar apagando su motor económico sin un plan de respaldo. El Plan Nacional de Desarrollo (PND) propone prohibir nuevos proyectos mineros de carbón térmico a cielo abierto a gran escala, lo que pone en jaque miles de empleos y millones en regalías.
- El carbón térmico representó el 17% de las exportaciones en 2022 (9.500 millones USD)
- Su explotación solo genera el 1,2% de las emisiones de CO₂ del país
- Cesar recibió 3,3 billones y La Guajira 1,7 billones en regalías en 5 años
¿Están condenando a estos departamentos a más pobreza?
¿Qué pasa con Ecopetrol?
Ecopetrol, la empresa más importante del país, ha perdido 40 billones de pesos en valor, equivalente a casi dos reformas tributarias. Y no es por malos resultados:
- En 2022 tuvo utilidades por 33,4 billones de pesos.
- La caída en su valoración se debe a la desconfianza del mercado frente al Gobierno.
Menos inversión, menos futuro
Solo en 2023, el país dejará de recibir más de 2 billones de pesos por la caída de inversión en hidrocarburos:
- Recorte de inversión en exploración: 170 millones USD
- Caída en inversión para explotación: 200 millones USD
- Menos recursos para empleo y sostenibilidad energética: más de 1,7 billones de pesos
Si seguimos así, Colombia podría quedarse sin gas en menos de 7 años.
Impacto económico y social
Las consecuencias de apagar el sector minero-energético serían catastróficas:
- -8,1 puntos en el crecimiento económico
- +1,7 puntos en el déficit fiscal
- 70% devaluación promedio
- +5,6 puntos en la deuda nacional
- -$42 billones en regalías para las regiones
¿Queremos depender del gas de Venezuela?
Hasta hoy, Colombia nunca ha comprado gas a Venezuela. De hecho, fue exportador hacia ese país entre 2007 y 2015. Revertir esa balanza sería un error estratégico enorme, especialmente con una infraestructura abandonada hace casi una década.
¿Y la seguridad?
El abandono estatal también está permitiendo el avance de la minería ilegal:
- En Buriticá, el 100% del área minera de Yaraguá está invadida por criminales.
- El Clan del Golfo ha tomado el control de zonas mineras desde enero de 2023.
- Más del 50% de las labores mineras subterráneas están comprometidas.
El Gobierno ha sido advertido, pero no ha actuado. Mientras tanto:
- 1.400 empleados directos y 2.500 contratistas están en riesgo.
- La seguridad no mejora y los controles brillan por su ausencia.
¿Complicidad o negligencia?
El aumento de la violencia contra el sector es alarmante:
- Atentados del ELN en Arauca y Magdalena Medio.
- Bloqueos sistemáticos desde 2021 (36% de incremento).
- Promedio de 2.9 bloqueos diarios en 2022.
- 70% de los bloqueos se concentran en 5 departamentos clave.
Consecuencias:
- Pérdidas por más de 1,2 billones de pesos.
- 10.000 empleos afectados.
- Salida de empresas formales mientras la minería ilegal se fortalece.
¿En manos de quién estamos dejando la planificación minera?
El artículo 184 del PND abre la puerta a entregar áreas de reserva estratégica minera a pequeños mineros bajo figuras asociativas. Pero:
- La Agencia Nacional de Minería (ANM), bajo Álvaro Pardo, asumió el control de proyectos claves en Antioquia.
- Entre ellos: Quebradona, Buriticá, Gramalote y proyectos aluviales en el Bajo Cauca.
¿Podemos confiar en esta estructura para administrar los recursos del subsuelo del país?
Reflexión final: ¿Una transición sin alternativa?
La transición energética es necesaria, pero no puede hacerse destruyendo sin construir primero. El sector minero-energético ha sido uno de los motores del progreso económico de Colombia y fuente de oportunidades en regiones históricamente olvidadas.
Hoy, más que nunca, se necesita claridad, planificación y responsabilidad.
Las decisiones que se tomen en los próximos meses marcarán el futuro de la economía, el empleo, la sostenibilidad energética y la lucha contra la pobreza.