El precandidato presidencial, Miguel Uribe, lanzó una fuerte advertencia durante el más reciente debate de control político: el Gobierno de Gustavo Petro prepara una nueva reforma tributaria, esta vez encubierta bajo el pretexto de “actualizar el recaudo” y “revisar los beneficios tributarios”.
Para Uribe, se trata de una maniobra disfrazada para hacer que los colombianos paguen por el hueco fiscal causado por el despilfarro, la improvisación económica y la corrupción del actual Gobierno.
Un déficit histórico impulsado por la burocracia
Uribe denunció que el déficit fiscal alcanzó los 115 billones de pesos en 2024, una cifra que supera incluso las proyecciones oficiales.
Al mismo tiempo, el gasto en burocracia aumentó en 100 billones de pesos en solo dos años.
Desde la llegada de Petro al poder, el presupuesto nacional creció en 140 billones, pero no en inversión, sino en funcionamiento del Estado.
- El Ministerio de Hacienda aumentó su planta en 107%.
- La DIAN creció en 153% en personal.
- Ya hay más de 140 mil contratistas por prestación de servicios.
- Solo en 2024, el Estado gastó 5.3 billones de pesos en contratos de este tipo.
Caída en la inversión y pérdida de confianza internacional
La crítica situación fiscal ha llevado a una caída dramática en la inversión como porcentaje del PIB, que se sitúa en apenas 16,6%, por debajo del promedio regional. El Fondo Monetario Internacional ha identificado que dos tercios de esta caída se deben a la incertidumbre política generada por el Gobierno Petro.
Además, el país enfrenta un deterioro de su imagen internacional:
- El FMI suspendió la línea de crédito flexible.
- Fitch Ratings bajó la perspectiva de Colombia de estable a negativa.
- Hoy, Colombia paga intereses más altos que Turquía o Sudáfrica, a pesar de tener mejor calificación crediticia.
Mentiras desde el Ministerio de Hacienda
El precandidato también denunció una estrategia sistemática de ocultamiento por parte del Ministerio de Hacienda.
El Gobierno ha culpado al precio del carbón, a los contribuyentes y a decisiones judiciales para justificar la caída en el recaudo, ignorando que fue su propia reforma tributaria de 2022 la que asfixió al sector productivo y redujo en casi 20 billones de pesos el recaudo por impuesto de renta.
Además, hay 5.9 billones de pesos clasificados como “otros”, sin justificación clara, y 28,7 billones rotulados como “Transacciones de Única Vez” sin explicación.
Una exigencia clara: menos derroche, más responsabilidad
Miguel Uribe dejó claro que Colombia no necesita otra reforma tributaria, sino un gobierno que administre bien, diga la verdad y recupere la confianza del país en sus instituciones.
La denuncia del senador pone en evidencia una crisis fiscal profunda que, según él, tiene responsables con nombre propio: el Palacio de Nariño y el Ministerio de Hacienda.
