La transición energética fue una de las grandes promesas de campaña de Gustavo Petro, pero su gestión ha dejado a muchos sectores en decepción y frustración.
Aunque Petro prometió liderar un cambio hacia energías limpias sin afectar a los trabajadores, la realidad muestra un estancamiento en este proceso que ya había iniciado antes de su mandato.
Hoy, los sindicatos de la industria del carbón se sienten engañados, señalando que Petro ha incumplido sus compromisos y ahora incluso quiere destruir un sector fundamental para la economía colombiana .
Antes de la llegada de Petro al poder, Colombia ya había dado pasos importantes hacia la transición energética, implementando políticas para reducir emisiones y aumentar el uso de energías renovables .
En lugar de continuar este camino, su gobierno ha detenido el progreso y generado incertidumbre en la industria carbonera :
Durante su campaña, Petro prometió una transición justa que no afectaría a los trabajadores del carbón. Sin embargo, el senador Uribe Turbay se reunió con líderes sindicales de esta industria, y cómo opinión unánime identificó que, a pesar de votar por Petro, su gobierno no solo ha incumplido sus promesas, sino que ahora pretende acabar con un sector del cual dependen miles de familias .
Estos sindicatos confiaron en Petro, pero hoy se sienten traicionados y preocupados por la persecución a la industria carbonera , que ha sido vital para el desarrollo y sustento de sus comunidades.
La situación se agravó con la salida de Irene Vélez, exministra de Minas y Energía, quien supuestamente debía liderar el avance de la transición energética .
Su partida dejó al país sin una estrategia concreta , mostrando nuevamente la falta de seriedad y compromiso del gobierno con esta causa. Sin un plan claro, Colombia parece haberse quedado en un limbo energético, sin dirección y con una economía cada vez más afectada.
A pesar de que Colombia es responsable solo del 0,3 % de las emisiones de carbono a nivel mundial, el gobierno de Petro parece decidido a sacrificar sectores productivos en nombre de una agenda ideológica .
Es indiscutible que el país debe avanzar hacia una economía sostenible, pero este cambio debe hacerse de forma paulatina, preservando los empleos y la riqueza natural.
La falta de una estrategia y capacidad de reconocer errores de Petro pone en riesgo la estabilidad económica y el bienestar de todos de colombianos.
El senador Miguel Uribe Turbay, advierte que las promesas vacías de Gustavo Petro y su incapacidad para cumplir los compromisos asumidos son una amenaza para el país.
Uribe señaló que “66 % de los colombianos no está de acuerdo con la reelección” , y lanzó una advertencia sobre una posible constituyente .
Uribe insiste en que el país no debe confiar en un gobierno que continuamente ha defraudado a los ciudadanos y ha hecho más daño que bien.
La transición energética es crucial para el futuro de Colombia, pero la pésima administración de Gustavo Petro ha dejado mucho que desear. Sin un plan definido y con una aparente persecución hacia sectores estratégicos como la industria carbonera, el país enfrenta una crisis de incertidumbre y falta de liderazgo .
Mientras tanto, miles de trabajadores y sus familias siguen esperando las promesas de un gobierno que, en lugar de construir, parece decidido a destruir.